04 noviembre, 2006

La Jungla, ni en sueños existe algo como ésto. 2da. Parte


El segundo día salimos a caminar en la noche a buscar animales. La oscuridad era nuestra única compañera pues la única linterna que podía ser encendida era la de Mario y el resto debíamos ir tras él en silencio. Pasó media hora y luego una. Nada.Nos regresamos y en la mitad del camino Mario decidió parar a contarnos historias sentados en la tierra. En la mitad de la segunda historia guardó silencio y enfocó hacia arriba. Un monito nocturno estaba atento y entretenido con sus palabras. La linterna se reflejaba amarilla en sus ojitos y lentamente emprendió la retirada dejando caer trocitos de madera y hojas secas. Ojalá hubiese podido acompañarlo. Me gustaría haber sido algún tipo de insecto que volara en la noche para observar lo que ocurre bajo el manto de la naturaleza.



El tercer día salimos a visitar los nidos de las parabas.
Montamos nuevamente el bote y navegamos por espacio de una hora. Luego bajamos y comenzamos a caminar.
En la mitad del recorrido Mario nos hizo guardar silencio y comenzamos a escuchar fuertes gruñidos y el sonido de piedras estrellándose con otras piedras. Era una piara de casi 200 cerdos salvajes que habían sentido nuestro olor y huían por el cauce de un río seco. Salimos a correr en silencio tratando de alcanzarlos pero fue imposible. Sólo quedaron sus huellas en el barro. Tristes y agitados seguimos caminando, nos esperaba una pendiente de barro que se elevaba más de 100 metros y era necesario subir para divisar los nidos desde arriba.

Cuando llegamos a la cima el paisaje era precioso, y las parabas rojas como sangre volaban entre los árboles camino hacia sus nidos. Se anunciaba una tormenta.
Volvimos al bote para salir antes de la lluvia pero fue inútil correr, otra tempestad selvática nos acompañaría de regreso a Rurrenabaque.


Si quieres ver como juego con un montruo de la selva haz clic aquí:

http://www.youtube.com/watch?v=q0IxQmprZiY

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ole mijo, del puteins las fotos y todos los bichorrejos, sigala pasando bueno por nosotros los esclavos del trabajo y el estudio(...). Mucha suerte y cuidese de las tormentas selváticas. Oiga se ve super con el pelo largo.

Anónimo dijo...

Hola hijo hacia ratico que no leía el blog realmente emocionante la visita a la selva. Un día volverás y disfrutaremos de la selva nuestra. Un abrazo

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con Gustavo te ves muy bien de pelo largo y desordenado, da la impresión de LIBERTAD
Te amooooo