27 junio, 2006

Con el Japonés

Una de las principales razones por las que tomé la decisión de viajar fue porque mi amigo japonés, Koji Hirota, iba hacia Suramérica y yo podía irme con él.

Luego ocurrió que mi amigo salió mucho antes que yo y tuve que viajar sólo hacia Quito, además de esto, pasó casi una semana hasta que ayer al fin nos pudimos encontrar y salir a pasear un poco.

Fuimos al Centro Histórico juntos y a pesar de que yo ya había ido, con él me atreví a ir un poco más lejos y visitar algunos sitios que parecían inseguros. Fue muy gracioso ver como él no temía meterse incluso a casas que simplemente tenían la puerta abierta, casi en cada esquina compraba algo de comer o de tomar (yo tenía miedo de hacer eso por temor a intoxicarme), y capturamos muchas fotos sacando la cámara en todos lados porque sabíamos que no estábamos sólos.

Debe ser por eso que buscamos una pareja, que buscamos amigos y que nos relacionamos. Debe ser que somos humanos. Debe ser que nos gusta estar acompañados para sentir que no estamos tan locos.

Ayer mismo me despedí de Koji y no se cuando volvamos a encontrarnos, se que se ha enamorado antes de partir de Colombia y que quiere volver pronto. Es extraño como a veces el amor nos libera y a veces el amor nos atrapa aunque creamos que tenemos alas, lo cierto es que este viaje continuará sin el japonés pero acompañado por el mundo, y por todos ustedes que me leen y me escriben tantas cosas lindas.

Le ruego a Dios que no se me olvide que debo caminar despacio, que debo golpear las puertas que me atraigan y comprar comida en la calle.

Esto era choclo desgranado con una salsa que mas bien parecía agua rosada y que sabía a picante, estaba como rico.
Cuando nos tomamos ésta foto me acordé que también podía salir sin sonreir en las fotos.
Koji mirando unas escaleras hacia lo desconocido.

En el callejón de la muerte.
(Si te descuidas, las paredes se juntan hasta espicharte)

Koji sólo como un hongo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Hola muchacho! bueno, pues que cosa con ese japones, es como de gelatina, yo no se. Y,¿entonces la feria? bueno ¡ha! ¡que diablos! como que eso ya no importa, que bacano todo lo que estas viviendo, cada vez que leo ésto y veo tus fotos me da una emocion poderosa, de saber que si, que si se puede vivir por fuera de ésta pantalla, de que las cosas le van bien a quien sabe mirarlas con ojos sinceros y que la belleza que te encuentras por ahi es la tuya que se sale al mundo. Te mando un abrazo poderoso. Y arriesgate a todo! que ya verás todas las cosas ¡HUY! que vas a encontrar. (las cosas HUY son las cosas que cuando las vez dices HUY tan chevere, jijiji).

Anónimo dijo...

Andres: he estado leyendo tu sitio Web y no sabes como me has hecho sentir, creo que esa sensacion de inmensa libertad y el encuentro permanente de nuevas gentes y otras culturas, hace de tu viaje algo que muchos en la vida hemos querido hacer. pero que nos falto la decision que tu has tenido.

Sigue con este postgrado de la vida, de geografia, de historia latinoamericana, de cultura Americana.

Estare en comunicacion contigo y por supuesto que cuando regreses nos vamos a reunir.

Saludos

Tu amigo

Henry Toquica M.