11 septiembre, 2006

Porque los sueños sí se hacen realidad.

Antes de dejar Huaraz tenía que llegar a la nieve.
Contraté un tour que me llevó al Nevado Pasto Ruri y subí a más de 5.000 metros de altura. Como quitarle un dulce a un niño luego de haber hecho la travesía de Santa Cruz.

Entonces recordé la vieja y triste historia del Cotopaxi en Ecuador. Y también recordé:

¡Es que mi papá siempre me ha dicho que los sueños se hacen realidad!





Deborando caminos, pero también un poco de hielo.

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