12 julio, 2006

A Guayaquil

Guayaquil:

Ciudad extraña ésta, donde las latas de los buses cortan tu respiración y el tráfico ahoga tu risa.

Ciudad extraña ésta, donde te sientes tan sólo, que tienes que acompañarte con la resurrección de viejos amores.

Ciudad extraña ésta, donde el fétido olor de las calles se mezcla con la luz de una furiosa luna roja.

Ciudad extraña ésta, donde la nueva arquitectura intenta rescatar el corazón que ya perdió la gente.

Ciudad extraña ésta, donde no quisieras morir pero la tristeza de los rostros te hace pensar que estaría bien sembrar algo de vida.

A Guayaquil, una ciudad que palpita muy fuerte.





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