21 mayo, 2006

Empacando y Desempacando

En mi armario guardo algunas cajas en las que he ido colocando recuerdos de las distintas etapas de mi vida. Hoy mientras hacía la limpieza para revisar qué debía botar y qué quería conservar antes de viajar, encontré un cuaderno de planas de primero de primaria, un corazón de cristal que alguien me regaló para colgarlo en mi pecho cuando se me rompiera el mío, una piedra amarilla con un “te amo” escrito en marcador, un cuaderno de espiral con apuntes del ejército, un sobrecito de azúcar de los estudios Universal, un caballito de mar de la excursión de 11, una billetera vieja, un trabajo de sociología con una anotación especial del profesor, videos de comerciales hechos en la universidad y un millón de recuerdos que llegaron a mi en un instante en el que es más fácil llevar liviano el equipaje.

Pensando en las cosas que todavía no me animo a botar y que tomé nuevamente para meterlas de regreso al armario, y las que a pesar de desechar, aún siguen presentes en algún rincón de mi corazón, creo que miramos distinto el mundo cuando estamos decididos a dejarlo todo.

Fue muy fácil botar fotocopias y lecturas que guardaba para leer algún día, listados de fechas de cumpleaños de compañeros del colegio que nunca llamaré a felicitar, folletos de seminarios que hice alguna vez, aparatos electrónicos obsoletos o dañados, cables que alguna vez se cruzaron y que nunca desaté, fotos donde me acompañaban personas que no estaban haciendo buena cara y mapas de ciudades a las que no regresaré.

Conservé mis carnets del colegio y unos carritos de juguete para que nunca se me olvide que alguna vez fuí un niño, una foto de mi hermanita con una linda mueca sonriente para recordar que debo escucharla, entenderla y reír más con ella, una placa de premiación de un concurso de oratoria para tener presente que un día me reconocieron por querer ser profundamente fiel a mi mismo y un premio de disciplina que me entregaron en el año 86 para no olvidar que llevo más de 20 años tratando de hacer lo correcto.

Estar en contacto con el pasado a través de objetos es importante para volver a ver lo que vivimos y aprendimos, para recordar cómo éramos y en qué nos hemos convertido. Pero también es importante para darnos cuenta de lo aferrados que estamos al mundo, a las personas que nos han acompañado y a las que se fueron.
De cualquier forma, lo que es cierto es que hay cosas que aún quiero seguir cargando y que en lugar de dar peso a mi equipaje le han dado alas a mi vida. Entre ellas están mi país, mi familia, mis amigos, mi jefe, mi música y el aroma de las mujeres que alguna vez me han regalado un beso.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hoy leyendo el tour de la langosta lloré por varias cosas, una de tristeza por otro hijo que se va, de alegría porque ese hijo también va a realizar un sueño, de orgullo porque recordé el maravilloso hijo que tengo, de rabia porque no puedo ir con el.
Deso con todo mi corazón que esta sea la experiencia maravillosa de mi hijo, te quiero mucho. Mami

Anónimo dijo...

Hoy leyendo el tour de la langosta lloré por varias cosas,una de tristeza por otro hijo que se va, de alegría porque ese hijo también va a realizar un sueño, de orgullo porque recordé el maravilloso hijo que tengo, de rabia porque no puedo ir con el.
Deseo con todo mi corazón que esta sea la experiencia más maravillosa de mi hijo.
Lo quiero mucho. Mami

Anónimo dijo...

Hay pasos en la vida que mas que nuevos pasos marcan para nosotros nuevas etapas, despues de todo el esfuerzo, dedicacion y amor que le haz puesto a cada cosa en tu vida lo minimo que mereces es disfrutar abiertamente de esta nueva etapa, y que mejor para arrancar que dejar cerrado de la mejor forma cada capitulo.

La facultad de amar es una de tus mayores virtudes, asi que de corazon, espero que logres amar cada nueva cosa, nueva circunstancia, nueva persona en tu vida y que cuando volvamos a saber de ti, llegues como un ser plenamente renovado y sigas siendo Andres el grande y cada dia mas grande.

Me van ha faltar nuestras tertulias. Que Dios te bendiga.