16 agosto, 2007

¿Qué ha ocurrido?

Estoy como muchos mortales, trabajando.

Es que hay que trabajar para comprar la papita, darle de comer a la niña, pagar el arriendito, que no corten el agua ni la luz, que le subieron al transmilenio, que hay que escapar de la ciudad los fines de semana.

Cómo se va pasando el tiempo. Y trabajando como que el reloj se me conecta a la red neuronal y estresado va respirando más rápido, pobrecito (el reloj).

Le ruego a Dios que no se me olvide que existe.
Le pido a la vida que me muestre lo larga que es.
Le imploro al mundo que siga girando.
Y mientras tanto,
Viviendo en lugares distintos para llegar al mismo lugar del que partimos, odiando a los perros para terminar durmiendo con uno, queriendo guardar el dinero para acabar olvidándolo, tratando de respirar profundo para chuparse el smog camino al trabajo, meditando para quedarse dormido, levantándose temprano para llegar tarde al trabajo, quedándose tarde en la oficina para tener un instante de amor, aprendiendo otro idioma para enseñarle a hablar al corazón.

Que divertido es vivir y vivir, observar como nuestra vida cambia y se transforma, muchas veces para llegar al mismo lugar del que partimos, pero habiendo avanzado en ese camino que somos felices recorriendo.

04 julio, 2007

Cocuy




Salimos hacia el Cocuy a las siete y treinta de la noche, nos subimos a la van con mi amiga Ariadna en el mismo lugar donde queda ubicada la oficina en la que trabajé por casi tres años. Después de andar unos cientos de metros caí en cuenta que hacía un año no visitaba esas oficinas y que era 15 de Junio, se cumplía, casi exactamente, el aniversario del Tour de la Langosta, que bueno poder celebrar el primer aniversario del Tour con un viaje a la tercera montaña mas alta de Colombia.






Viajamos toda la noche en manos de un conductor que manejaba como endemoniado pero llegamos a salvo, pasamos más o menos tres retenes entre policía y ejército para llegar al pueblo de Cocuy.




Cocuy y Guicán son dos poblaciones vecinas que se disputan la propiedad del nevado del Cocuy, es por ello que algunos incluso lo llaman nevado de Guicán, el asunto es que después de estar allí, ese paisaje sólo le podría pertenecer a Dios.


De Cocuy viajamos a Guicán y allí comenzamos el ascenso en van más o menos 30 minutos más. Si uno no va en van puede montarse en cualquiera de los camiones lecheros que recorren la región cargados de cantinas, abuelos y niños.



El primer día lo usamos para hacer un corto recorrido de 3 horas para adaptarnos a la altura, el campamento estaba a 3.900 metros pero al día siguiente llegaríamos a los 5.300. El paisaje es muy diferente a lo que he visto antes, los frailejones altos y bajos cubren casi toda la zona y una planta que desde niño conozco como orejas de conejo le hace compañía.





El frío en el campamento no era nada del otro mundo, nos dieron bolsas de dormir especiales para el clima y nos fuimos a dormir muy temprano luego de cocinar una sopa de pasta en pequeñas estufas de gas.





Al día siguiente partimos a las siete de la mañana. El día estaba perfecto. En el refugio nos esperaban dos baquianos, que así le dicen a los señores que llevan los caballos, ellos arrearían 4 animales para el grupo de 9 personas que subíamos a la montaña.




Desde el campamento se alcanza a divisar el árido recorrido del ascenso por una grieta que nos abre el paso a la montaña, es una subida de 45 grados llena de rocas sueltas y riachuelos de los que puedes beber cada vez que se te antoje. La cuesta la coronamos luego de cuatro horas de caminar para llegar a un sitio llamado Playitas, hasta allí llegarían los caballos.
Playitas es la base en la que nuestro ánimo crece, el glaciar está a la vista y a pesar de verse muy cerca aún falta una hora para llegar a él. La idea de estar con los pies entre la nieve y el paisaje que alimenta el corazón hace que las piernas no recuerden el ejercicio que han pasado ni el que viene y comenzamos a subir de nuevo.




El ascenso se hace sobre inmensas lajas de roca que antes estuvieron cubiertas de nieve, antes, cuando no se hablaba del calentamiento global o el pico y placa.





En ciertas partes de la roca se comienzan a ver acumulaciones de nieve, son los primeros bocados que reciben los ojos antes de la deliciosa experiencia que devorarán más adelante. Los riachuelos que antes corrían falda abajo han pasado a ser charcos con la superficie petrificada por el frío, si no recogiste agua antes, ahora es muy tarde.



Llegué con Fernando, el guía, al borde de la nieve y se lamentó por encontrarla mucho más arriba de lo que estaba cuando la visitó en enero, esto de que la nieve dejará de existir es muy en serio. Me olvidé un poco del tema y salté a esa masa blanca que todo lo cubre y que enceguece, que superficialmente no sabe a nada, pero en el interior sabe a victoria, que cuando la tomas en tus manos tiene la textura de esa masa que llaman oasis en las floristerías, a esa textura suave y algodonada que te recuerda que el cielo si se puede vivir en la tierra.







Poco a poco fueron llegando los otros y comenzamos el ascenso desde los 5.100 metros con seis de las nueve personas que comenzamos. El oxígeno se agota y cada paso cuesta el doble, los pies se hunden entre la nieve y cada vez que me siento agotado tomo un trozo del suelo y me lo meto a la boca, me siento como Hansel y Gretel cuando encontraron la casa de chocolate. Algunas personas bajan quejándose por no poder ascender más y otras porque ya vieron lo que querían ver. Yo sigo empeñado en que tengo que alcanzar la cima. Alrededor el paisaje es de lagos azules a la izquierda, enormes paredes de glaciar a la derecha, grietas rodeadas de témpanos, un aire que te alimenta.




Subimos durante una hora o tal vez un poco más y llegamos a los 5.300 metros, 30 metros antes de alcanzar la altura máxima de la montaña de 5.330 metros. El Ritacuba Negro se descubre al frente y nos muestra su cara oscura e imponente, una pared con cabello blanco y un espíritu infinito, a la derecha la cima del Ritacuba Blanco, la cima que no alcanzaríamos esta vez.





El clima cambió y nos dio tiempo para las fotos de rigor, comer mas nieve, disfrutar de la compañía de los dos reyes del Cocuy y volver a bajar. Tal vez sea porque sentí que ya había alcanzado la meta o porque la bajada es mas dura que la subida, el caso es que decidí montarme en un caballo cuando llegué Playitas y regresar sentado en un animal al campamento.
Cuando recorrí lugares hermosos de Suramérica siempre guardé la esperanza de regresar a mi país para vivir experiencias similares, debo decir que el turismo de aventura aquí, se lleva por delante a cualquiera de los países donde lo practiqué, que definitivamente cada paisaje y cada lugar es diferente, que vale la pena correr el riesgo de vivir ésta experiencia, el Cocuy no está lleno de guerrilla como muchos piensan, el Cocuy está lleno de aire puro, y no por mucho tiempo, de nieve.


Dos videos en:

http://www.youtube.com/watch?v=9mKVjFgHavU

y en:

http://www.youtube.com/watch?v=8Ullu1u4Uf4

30 mayo, 2007

¿Será que esta Satanás en el corazón de los medios?

Ayer fui a Caracol TV para asistir a la presentación de la película Satanás. Era mi deber asistir pues debía ver la cinta para planear una interactividad en televisión.
Había leído el libro de Mario Mendoza sobre el que se basa la película y estaba curioso por conocer como habían llevado a la imagen, un texto que aunque pobre en los diálogos, es bastante entretenido y recoge uno de los tantos oscuros capítulos de la violencia en Colombia, la masacre del restaurante Pozzeto.
Antes de comenzar la película Paula Jaramillo, la promotora de la película, nos advirtió que podía ser un poco fuerte y que la comisión reguladora de cine la había clasificado para mayores de 18 años, decisión que ellos (los productores) apelaron, logrando bajar la clasificación a mayores de 15.

La película terminó y yo estaba pegado a mi asiento, sin siquiera haber notado que no estaba respirando. Y como preguntaron nuestra opinión de la película y todos los demás asistentes permanecieron pasmados, aproveché para preguntarles, qué los hizo cambiarle la clasificación a esa película, y si eran conscientes de que un niño no estaba preparado para ver lo que vi.
Parecía que hubiese cometido un gran pecado, uno a uno empezaron a dar sus sosas explicaciones que iban desde la trillada: debemos mostrar la realidad del país, hasta: el libro Satanás es un libro de culto en los colegios.

Escuché explicaciones cientos, y mientras el tiempo transcurría, se iban aumentando mis ganas de llorar, porque aún no entiendo en qué beneficia a un niño de quince años ver, de la forma más cruda, la violación de una mujer en una mesa de taller, o como una mujer que ha matado a sus tres hijos para librarlos del hambre, se acurruca desnuda para orinar y mientras tanto lee la Biblia para luego arrancar una página con la que se limpia su vagina y luego mete el papel húmedo en su boca. Que alguien me explique el bien que le trae a un niño de quince ver a un sacerdote pateando un pordiosero, ver a un hombre dándole un tiro en la cabeza a su madre.

Y se que es arte, y que tal vez sea una de las películas colombianas mejor logradas de los últimos tiempos, se que la película ya ha comenzado a ganar premios y que será un éxito de taquilla, se también que hay más de uno que duerme tranquilo cada noche pensando que la labor del arte es plasmar emociones y creatividad, y la labor de los medios es informar y mostrar la realidad, pero nadie se pregunta que tan responsable es de lo que está pasando afuera.

Al terminar la reunión me di cuenta que prevaleció la razón de gente muy poco razonable, mucho menos responsable. Prevaleció la intención por recaudar mucho dinero a costa de la curiosidad de los niños, personitas que pasarán días tratando de asimilar lo que una película muy bien hecha les mostró. Preguntándose si es verdad que éste mundo está tan podrido, y yo los entiendo, porque luego de ver la clase de gente que controla los medios de comunicación del país pienso igual, éste mundo si que está podrido.

04 mayo, 2007

Una de las consecuencias de la mezcla de culturas

Es una lástima que éste video no tenga sonido, pero aquí está Moran, su hermana Or y su mamá Adie bailando una canción de Bacilos:

Haz clic en el link para ver el video:

http://www.youtube.com/watch?v=FboYf5d3wf4

22 enero, 2007

Videos y Más Videos

Continuando con la publicación de los videos inéditos de La Langosta:


Soledad: A veces vamos así, como éste animal. Yendo hacia algún lugar del que no sabemos el nombre. Solos como un perro.
Haz clic aquí:
http://www.youtube.com/watch?v=O4FwX89lHMA

Ballenas: El video de una de las más grandiosas experiencias del viaje.
Haz clic aquí:
http://www.youtube.com/watch?v=VNsYXs3a_dc

Moran: Un corto video, persiguiendo a Moran por el bosque.
Haz clic aquí:
http://www.youtube.com/watch?v=RsTT7zXFUzs

19 enero, 2007

En el TOP

Los siguientes 2 videos están entre el TOP de los mejores videos del viaje:

Celos: Para los que les fascina criticar las relaciones amorosas de los demás, o para los que les gusta creer en lo imposible. Aquí les dejo éstas imágenes captadas en el parque central de Misahualli, en la selva ecuatoriana.
Haz clic aquí:

http://www.youtube.com/watch?v=pxzV4nKLXBA

Miedo: En un pueblito de Ecuador hay niños que tienen su propio parque de diversiones, tan peligrosamente divertido que no se si reir o llorar.
Haz clic aquí:

http://www.youtube.com/watch?v=9KBxQA9_h38

15 enero, 2007

Más Videos. Recomiendo el del Angel.

Angel:
En una calle de San Telmo hay un angel que se escucha en las calles. Cuando la ví sólo se me ocurrió frotarme los ojos para comprobar si lo que estaba presenciando era cierto.
Haz clic aquí:
http://www.youtube.com/watch?v=yObkefNfFlQ


Iguazú:
Las cataratas de Iguazú, sencillamente impresionantes.`
Haz clic aquí:
http://www.youtube.com/watch?v=PqqF10OEHus


Garganta del Diablo:
Esta es la garganta del Diablo, que gargantica...
Haz clic aquí:
http://www.youtube.com/watch?v=qyXwfGmuoig

12 enero, 2007

Los Videos Inéditos de La Langosta

Amanecer en el Salar: Disfruta de unos segundos de amanecer en uno de los paraísos de la tierra.
Haz clic aquí:
http://www.youtube.com/watch?v=PUDuay9c_XU


La Vida: en un pueblo perdido de Bolivia, San Ignacio de los Moxos, las personas tienen extrañas maneras de matar el tiempo.
Haz clic aquí:
http://www.youtube.com/watch?v=X1A8K6aA4eY


Marte: Quien dijo que para caminar sobre Marte había que salir de la tierra.
Haz clic aquí:
http://www.youtube.com/watch?v=odlRcQzkFZc


Muy pronto más videos inéditos de La Langosta.

04 enero, 2007

Colombia

Los días de la Langosta terminaron. Ahora estoy trabajando para una empresa de comunicaciones generando ideas.

Me fui de Bariloche dejando a Moran y llevando conmigo la duda de estar haciendo lo correcto, una propuesta de trabajo se había concretado luego de varias semanas de negociación y era tiempo de regresar.

Muchas veces me pregunté si dejar mi viaje por un nuevo trabajo era darle la espalda a lo que había aprendido en el Tour de la Langosta. Pensaba en todo eso que me había hecho volar, en lo abiertos que estaban mis ojos, en la idea de libertad que había construido. Y de pronto me di cuenta que el volver era la gran prueba de fuego para mi aprendizaje. Era tiempo de comprobar si todo eso de lo que hablaba en el blog era cierto. Si esos nuevos paisajes que descubrí al lado de nuevos amigos, la falta de horarios y la inmensa sensación de vivir el presente se quedarían conmigo para siempre.

No fue fácil tomar la decisión.

Llegué a Bogotá en secreto y viajé hacia San Antonio al día siguiente para darle la sorpresa a mi familia. Me recibió un paisaje verde y nublado, una tierra que extrañaba y mi mamá con lágrimas.
Era extraño volver, abrazar a mi hermana, a mis padres y abuelos. Tal vez no había pasado tanto tiempo, tal vez había vivido muchas cosas.

A los 3 días de regresar Moran me escribió para decirme que quería venir a Colombia, hicimos los arreglos y se apareció en el aeropuerto de Bogotá el 25 de diciembre. Ahora vivimos juntos.

Trato de aferrarme a todo lo que aprendí. Cuando salgo a almorzar al medio día, trato de guardar un espacio para sentarme un rato en la banca de un pequeño parque que hay cerca. Estoy comiendo más despacio y hago lo posible por salir temprano de la oficina.
Ya no me preocupan tantas cosas y cuando siento que el estrés me invade me pongo a ver las fotos de mi viaje. A recordar que la vida es sencilla.

Algunas personas me han preguntado qué aprendí.
Y tal vez no importa tanto lo que aprendí sino lo que viví. Porque lo que aprendí tal vez se me olvide mañana, pero lo que viví es eterno.


El día que llegué me recibió mi amiga Ariadna en su apartamento.



Aquí con mi familia unos minutos después de aparecer.



El paisaje de San Antonio. Y Moran cuando lo vió me preguntó que yo que andaba haciendo por Suramérica.


Aquí con Moran en San Antonio. Ella es mi vínculo con el Tour de la Langosta. Con ella a mi lado es como si mi viaje no hubiera terminado. En su tiempo libre le gusta pintar hadas.

03 enero, 2007

Las últimas fotos del viaje, y de Moran en Bariloche.

Pensando en nunca más volver.



Pensando en quien sabe qué...

El día antes de separarnos.