18 diciembre, 2008


Julieta nos acompaña muchas noches cantando su “El Presente”, y ya casi me he aprendido todas las canciones del Unplugged que al comienzo no me llamó tanto la atención pero ahora disfruto. También me gusta mirarla porque se me parece mucho a mi hermana Mónica tan flaquita y agraciada.
He abierto la ventana para que el sol me caliente estos pies que permanecen congelados ahora que el invierno ha comenzado. No me imagino como la pasa mi prima Andrea en los 30 grados bajo cero del invierno canadiense, si yo en esta estación israelí, tan cercana al ambiente que respiro en mi Bogotá, suspiro por ese verano de 40 grados que se fue.
Tan rico que es salir en la noche sin chaquetas y sin sacos, en “andalias” para caminar por ahí. Pero estos días no se puede, toca ponerse abrigo y cargar papel higiénico porque los mocos se le escurren a uno. Casi todas las personas en la calle llevan la nariz roja porque por el cambio de estación le da gripa a todo el mundo.
Hace unos días fui a caminar a Yafo, una ciudad que hace parte de Tel Aviv y que incluso existió primero que esta gran urbe, casi cuatro mil años atrás. Siempre que visito sitios milenarios trato de imaginarme cómo se veía la gente. ¿Qué llevaba en sus manos mientras recorrían estos caminos de piedra que arman laberintos indescifrables?
Es increíble que estos lugares ya existieran cuando el mamut aún estaba vivo y que de pronto, así como estos gigantes se extinguieron, también lo haremos nosotros. Entonces estos caminos tal vez permanezcan allí para que una nueva raza los analice como nosotros analizamos lo que construyeron nuestros antepasados.

Qué se iban a imaginar esas personas que yo iba a llegar un día a esas tierras en el bus número 10 para caminar con frío, comiendo gomitas Trolli y tomando fotos con una rota cámara digital.
Mucho menos se iban a imaginar que estas tierras estarían inundadas de filipinos que cuidan abuelos y surfistas con parapentes.
¿Qué habrían pensado si hubieran visto un surfista? O el bus número 10? O el golpe en mi cámara digital? O que hubieran probado algo tan bueno como las gomitas Trolli?










3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola.
Es muy chevere saber como esta disfrutando la vida nueva en el país lejano un amigo con que viajaba juntos.
A veces voy a chequear tu blog.
Que estes bien!

Gustavo Espinel Martínez dijo...

Andrés! Hacía mucho que no pasaba de visita por acá. Me alegra que esté pasando por tantas cosas y que con su mirada nos alimente de ese ecléctico mundo israelí.

Siento mucho lo de su cámara y pues cualquir consejo culinario, a la orden!

Saludos a Moran.

Anónimo dijo...

Andrés ...Hola , por esas coincidencias raras del vivir , hoy tropecé con el tourlangosta . Quiero decirte así ...honesta y llanamente ¡ me atrapo! primero fue tu silueta ...tan parecida a la de un chico de 23 que corre por el mundo con los ojos tan abiertos ...como me percato los has tenido tu en cada uno de tus viajes . Luego ...tu expresión tan ..por decirlo así reflejo de mi pensamiento hacia la tierra , hacia ese mundo que sufre el daño que le hacemos y sin embargo aún es capaz de mostrarnos tanta y tanta belleza , si somos capaces de observar ...seguiría durante cuartillas , más no quiero agobiarte. Dios bendiga tu andar ...de hoy en más sere una lectora ávida de tus letras .

Malusa ( María Luisa )