30 abril, 2008
Responsabilidad de Dudar
Salí a esperar la prueba de alergia y mientras tanto traté de hacer meditación y relajarme para intentar dominar el miedo al pinchazo. Recordé a Baba el maestro de la india y le pedí que me salvara de esa prueba si estaba en sus manos hacerlo.
Además del dolor había algo que se sumaba a mi temor y era la certeza de que los antibióticos no eran buenos para mi ni para nadie, y aunque no sabía la explicación exacta, recordaba al Doctor Arturo O’Byrne diciendo que aplicar antibióticos era igual a encontrar ladrones en casa y matarlos a tiros para luego dejarlos pudriéndose en el suelo, sin reparar las paredes de los hoyos causados por las balas, sin enterrar los cadáveres.
Llegó la enfermera y me dijo que para hacer la prueba de alergia me inyectaría unas gotas de penicilina en el brazo, me previno del dolor pero nada de lo que dijo fue suficiente para describir lo que sentí. Me sentía mas enfermo de sólo imaginarme una dosis como esa multiplicada por 10 y en el trasero.
Llamé a mi madre para que le preguntara a un médico homeópata, que alguna vez la atendió, si podía verme. Unos minutos después me regresó la llamada con la sentencia del doctor, que no dejara que me aplicaran la penicilina y que visitara su consultorio. Me sentí vivo otra vez hasta que la enfermera volvió para decir que la prueba de alergia era negativa y que se disponía a inyectarme. Le dije que no me la aplicaría y me abrió los ojos como si fuera ella a quien acabaran de pinchar, llamó a un doctor que difícilmente era mayor que yo quien me llevó a una habitación vacía.
El sujeto me preguntó si tenía miedo al pinchazo y le dije que no (mentí) y que lo que no quería era que me aplicaran antibiótico. A lo que respondió que era absolutamente necesario pues la bacteria que tenía en la garganta podría ir a mi sangre y luego a mi corazón y que podría morir. Yo le dije que conocía los efectos secundarios de los antibióticos y que no eran buenos, entonces se explayó nuevamente tratando de convencerme diciéndome que lo único que había en el mundo para esas bacterias era la penicilina y que absolutamente todos los productos que el ser humano consumía tenían efectos secundarios, que los champiñones eran cancerígenos al igual que las habas, que los efectos secundarios de la penicilina eran mínimos comparando los beneficios (Como por ejemplo el de no poder sentarse durante 3 días) Agregó además que si no aceptaba la aplicación del medicamento tendría que firmar un papel donde los libraba de toda responsabilidad. El tipo se puso molesto, como si se sintiera ofendido. Firmé el documento y me fui.
Llegamos el mismo día hasta el consultorio del médico homeópata y cual no sería mi sorpresa cuando encontré un aviso a la entrada que decía: Organización Sathya Sai Baba. Allí ya no pude más y me puse a llorar, porque los milagros siempre me hacen llorar. Entré al consultorio y el Doctor Francisco Panqueva me abrió los ojos, revisó mi iris y me dijo que tenía una debilidad pulmonar debido a una crisis en mi niñez, me entregó frasco con globulitos (que ante cualquier médico tradicional no es mas que un recipiente con azúcar) que recitaban en la receta “Antibiótico Natural”. Y me explicó que la toxicidad acumulada en mi hígado debía ser limpiada para que estos problemas no se volvieran a presentar pues esa toxicidad se liberaba a manera de gases manifestándose con infecciones en la garganta, los ojos, los oídos o la piel. Me explicó que además de las bacterias “malas” los antibióticos corrientes mataban también las bacterias “buenas” del organismo encargadas de protegerlo y limpiarlo regularmente.
Salí de allí y después de dos días de sudar como un caballo la infección en mi garganta desapareció.
No entiendo como es posible que nuestro sistema de salud se siga basando en una teoría que ya ha demostrado no ser suficiente para calmar las dolencias de la humanidad. Cuanto tiempo tendrá que pasar para que los médicos tradicionales dejen esa soberbia que los conduce a inyectar, cortar y cocer, para nunca preguntarse si hay algo más que se pueda hacer, otra ALTERNATIVA.
¿Cuántas personas más deben seguirse sometiendo a los antibióticos para dañar sus riñones y debilitar sus organismo, para resultar regresando al médico meses después aún más débiles y enfermos?
Cómo seres humanos tenemos la responsabilidad de dudar de lo que los médicos nos dicen, de otra manera estamos condenados a ser víctimas del negocio de las empresas farmacéuticas que a punta de congresos en lujosos hoteles en lugares paradisíacos tienen convencidos a los médicos que la única respuesta está en sus dañinos y costosos productos.
No quisiera referirme a todos los médicos, hay por ejemplo algunos que le dan Clonazepan a mi abuela para que viva en un mundo de fantasía en el que está feliz, y hay otro que cuando lo visité por una molestia en el oído me formuló un antibiótico en gotas que enunciaba en la caja: “Puede producir deterioro permanente de la capacidad auditiva”. Como hay otro que le recomendó a mi mamá abortar a mi hermana que gracias a Dios hoy ya tiene 19 años.
Algún día, estando recién nacido sufrí una deshidratación que me llevó a estar cerca de la muerte y los médicos me salvaron la vida, uno de ellos, primo de mi abuelo. Les agradezco inmensamente a los médicos las veces que me han ayudado como cuando me boté irresponsablemente por una loma y me rompí literalmente la cara, o cuando me enyesaron después de haber caído de una moto. Pero los médicos deben ser concientes de que muchas veces tratando de salvarnos, nos pueden estar dañando.
31 marzo, 2008
Tour Langosta Bonus

Llegué a Asunción y de camino al hotel el chofer me mostró el supermercado donde se quemaron mas de 300 personas en un incendio hace cuatro años al ordenarse cerrar las puertas del lugar para que nadie huyera del fuego y sin pagar. La escena se repetiría tres días después de regreso al aeropuerto, me imagino que en una ciudad donde el tiempo pasa tan lento tragedias como ésta se convierten en monumentos para recordar y mostrar.


Hay billetes gigantes de cien mil y cincuenta mil, un dólar es igual a 4.500 guaraníes, lo que hace que un taxi cueste 30.000, un jugo 8.000, un pasaje de bus 2.200. Y hablando del bus, cuando quise bajarme pasé algunos segundos timbrando en un interruptor de sonido nulo hasta que descubrí un pedazo de cuerda que siguiendo la ruta del pasamanos llega hasta el conductor. Cuando se hala, un complejo mecanismo se acciona activando un timbre sensible a la tensión de fique y a su vez anunciando la parada, de lo más sofisticado.

Dejé Asunción luego de un día completo de andar sin rumbo y me fui con las ganas de conocer la dinámica de otras de sus ciudades, y sobre todo, del chaco, del que el taxista dijo, ahí no hay nada que ver, no hay ciudades, pero yo sé que hay naturaleza, y seguramente un día la vida me permitirá volver para conocerla, sin antes no lo han convertido en desierto.

02 marzo, 2008
Motivos para la Paz
Tenía una camisa blanca que mi primo Iván confundió con una prenda promocional de Kentucky Fried Chicken, y el rostro ensangrentado en el lado izquierdo. No se alcanzaba a notar si estaba ya hinchado por las horas de muerte pues lo habíamos visto gordo mucho antes de morir, pero se notaba el ansia de los periodistas por fotografiar al muerto, y lo entiendo porque alguna vez mi padre me contó lo importante que es la foto amarillista cuando con ella le das de comer a tu familia.
Por otro lado hay algo que aún no me explico y es ¿Por qué exhibieron el muerto? No importa si el cuerpo empaquetado es de Raúl Reyes, Alvaro Uribe o Hugo Chavez. ¿Por qué exhibir el muerto? No sé que me había hecho pensar que eso ya no ocurría aquí en Colombia, pero ahí estaba el sujeto en la bolsa, por tres canales en directo y diferido, en el periódico impreso y en internet.
Y alguien podría decir que es para que las FARC no salgan a decir que el muerto todavía camina, pone condiciones para la liberación de los secuestrados y se da paseos por Europa. ¿Pero a quién le importa lo que dicen las FARC si todos ya sabemos que casi todo lo que dicen es mentira?
Es muy cierto que las FARC exhiben muertos en vida en pruebas de supervivencia como si fueran trofeos, pero hay algo cierto, y es que nosotros no somos como ellos, no podemos ser como ellos, exhibiendo cuerpos cubiertos de sangre como coronas de triunfo, las negras bolsas plásticas definitivamente no son laureles.
Para todos los simpatizantes de la guerrilla, entre ellos el belicoso presidente del país vecino, cada imagen del cadáver solo puede alimentar más el odio, motivos para la guerra, mientras que en Colombia lo que necesitamos son motivos para la paz.
27 diciembre, 2007
Baba, el bien y el mal.

Primero caminó flotando con túnica naranja sobre mi y con sus pies hizo presión sobre mi pecho en el lado opuesto al corazón, luego se acercó y me dejó llevar mis dedos al interior de su tupido cabello con una ternura indescriptible, después desperté intentando encontrarle un significado a lo que Sai Baba acababa de hacer.
Las personas que saben del tema afirman que cuando el Avatar se aparece en sueños es realmente El quien hace presencia para comunicar algo. En medio de la confusión y la alegría volví a caer en un sueño, esta vez más lúcido, y pude preguntarle directamente qué quería decirme.
Al lado derecho de mi pantalla mental apareció alguien con un cartel: “Deja de buscar por qué la gente hace el mal, y busca por qué la gente hace el bien”.
Era la respuesta a varios días y tal vez meses en los que con espanto leí en periódicos y revistas acerca de los crímenes paramilitares en Colombia. Pasaba ratos pensando en qué podría haber en la cabeza de esas personas que llevaban a cabo asesinatos llenos de sevicia, qué podía mover a un individuo a querer lastimar a otro infligiendo tanto dolor. Mientras trataba de llegar al fondo del asunto, que ha ocupado a sociólogos, psicólogos, políticos (de los buenos), y a muchos de nosotros los ciudadanos del común, noté que en mi había crecido un miedo espantoso y una curiosidad que necesitaba ser alimentada, el balance al fin y al cabo no era bueno, no había logrado entender la maldad, no había avanzado nada.
Esta mañana Baba viajó desde la india y entre dormido y despierto me reveló una verdad que me llegó al corazón y que quise compartir con las personas que al igual que yo, han entrado en las mismas discusiones sin sentido: “Deja de buscar por qué la gente hace el mal, y busca por qué la gente hace el bien”.
Tal vez no haya nada que pueda explicar la maldad, de pronto ni siquiera existe y por eso no hay nada que la pueda introducir al mundo racional.
Cómo dice Sai Baba, es más fácil encontrar por qué la gente hace el bien.Saber por qué las personas que trabajan conmigo me quieren y yo los quiero, por qué a mi mamá le gusta prepararme el desayuno, por qué la señora que limpia la casa no toma nada que no le pertenezca, por qué la mujer del semáforo prefiere vender que pedir, por qué alguien decide liberar un secuestrado y otro prestarse de mediador, ¿Qué va a hacer que un día salgamos de este círculo vicioso de crímenes para convertirnos en una nueva patria, en un nuevo mundo que respete a cada ser humano sin distinciones de raza, credo o pensamiento?
23 octubre, 2007
Mi Abuelito de Viaje

- Bien mijito, acostumbrándome.
Y en su voz había un sabor de dulce resignación, lo imaginé alegre, disfrutando su nueva realidad. Luego desperté.
Me había vuelto a dormir ese sábado como a las diez de la mañana, intentando lograr un sueño lúcido como el que había tenido el sábado anterior mientras Moran preparaba el desayuno. Fue entonces cuando segundos antes de abrir los ojos llegó mi abuelito para hablarme quizá por última vez, sólo que ahora lo hacía con una voz clara y cariñosa, muy distinta a esa voz ahogada y ronca que le había dejado el cáncer de garganta, muy parecida a esa voz con la que me preguntaba por qué no había vuelto a ir para almorzar.
Han pasado algunos días pero luego de aquel sueño siento que mas allá de una idea del cielo o el infierno, mi abuelito está en otro lugar como el mismo lo dijo, acostumbrándose, así como poco a poco yo me acostumbro a la idea de que se haya ido.
Y cuando recuerdo esos últimos y sacrificados días que vivió con su carita transformada por el dolor y las ganas de irse siento que me he acostumbrado por completo a no tenerlo. Pero cuando viene a mi su tartamudeo mientras contaba algún chiste o su cara entretenida frente al televisor me parece increíble que no esté, y tal vez es porque así, alegre como era, no se ha ido.
Las palabras del sacerdote el día que enterramos su cuerpo no fueron distintas a las de esa garza blanca que se posó sobre el cajón, ambos decían que mi abuelito no había muerto. Ambos tenían razón, y Cecilia que pasó tantos años junto a Alfonso lo supo desde el principio. No eran 50 ni 60 años los que pasarían juntos, no sólo verían hijas, nietos y bisnietos, caminarían siempre juntos y por eso mi abuelita no llora, porque tiene la certeza de volverlo a ver.
03 septiembre, 2007
My Super Sweet Lolas

Si tan poco me gusta, alguien podría preguntarme por qué lo veo, y yo tendría que responder que lo hago por morbo, por pasar un rato juzgando esa sociedad de hoy que considera a una parte de las personas como VIP y al resto, como “la basura que no quise invitar a mi fiesta”.
Como seguramente muchos aún no han visto el programa sería justo que describiera según mi punto de vista el formato.
Una serie de niñas, no importa la raza, ni la religión, ni la nacionalidad, en fin, millonarias, se acercan a la edad en que pueden conducir, los super dulces diez y seis. Momento importante en la vida ese de comenzar a conducir.
Para que una niña millonaria pueda tomar el volante como primer requisito debe recibir un auto de costo no menor a los cien mil dólares o de lo contrario morirá. Para garantizar que el resto de sus amigos y conocidos sí mueran, pero de la envidia, les reparten invitaciones a una fiesta que promete ser el evento del año.
El drama es real, si no que cualquiera describa el trauma por el que pasan estas casi siempre lindas criaturas cuando sus padres les cuentan que no habrá fiesta. Es que para cualquier niña de dulce no hay pesadilla mas horrible que quedar como un “culo” ante los “amigos”. Pero hay que tranquilizarse, sólo es un teatro de los padres para enseñarle a sus hijas que las cosas cuestan y que no todo lo que quieren lo pueden tener.
Les dan la sorpresa de que la fiesta se llevará a cabo e invitan siempre a alguna celebridad para que se encargue de la música, sería una pena con los invitados no llevar alguna estrella negra del rap.
Una de las partes importantes de la organización es la entrada triunfal de la homenajeada, tiene que ser algo diferente a lo que se ha visto antes y por eso hay que comprar una moto de cincuenta mil dólares, alquilar un caballo unicornio, un helicóptero, o en fin, algo que al menos parezca volar, en el peor de los casos, que sea muy caro, llegar en limosina sería casi un descrédito.
Se seleccionan también unas amigas VIP, esas son las niñas que tienen el amor más sincero hacia la niña de los dulces diez y seis, o las que le han hecho menos cagadas últimamente, en todo caso siempre hay alguna que por una pataleta es echada del club VIP y por ello es declarada looser, una real perdedora, “la niña que no merece mi amistad” y por eso no se puede subir a la tarima conmigo, es que a la tarima solo suben el cantante, mi mamá, mi papi y las chicas VIP.
Detalles importantes: ninguna de las niñas VIP puede tener un vestido o peinado siquiera parecido al de la cumpleañera, tampoco puede ser más hermosa, eso sería motivo de que corte sus venas y nadie quiere ver sangrando a la protagonista, mucho menos el vestido manchado, ella debe ser, en sus palabras, la “diva”. ¿Qué será para una niña de estas una “diva”? en fin eso no importa, al menos no a mi.
A la entrada se presentan cientos de niños y niñas sin plan, que intentaron falsificar la pulsera distintiva de ingreso o que falsearon una tarjeta de invitación, con el desprecio requerido para una situación bochornosa como esa, la dueña de los 16 años que está a punto de comenzar a conducir, precisamente conduce a los “NO INVITADOS” fuera. Es que, ¿qué se creen?
Después del baile viene la presentación del cantante con la que todo el mundo confirma que jamás ha asistido ni asistirá a un evento de tal magnitud, luego llega la entrega del carro. Es que para eso fue que se organizó la fiesta y lo mejor siempre se deja para el final.
Si los padres tienen suerte a su hija le gustará el vehículo, un auto que cualquiera de los presentes mataría por tener.
En conclusión, luego de media hora hemos hecho un recorrido por un mundo vacío de cosas que el dinero nunca podrá comprar: conciencia, amor, respeto, y sabrá Dios cuantas cosas más.
¿Dónde podrá parar una vida cuyo dueño cree que es más importante ser más que los demás que amar a los demás?
¿A dónde puede llegar un niño cuando crece convencido que en lugar de vivencias debe llenar su vida de apariencias?
Hace unos días cuando le conté del programa a mi tía Mary, maestra desde hace años en Venezuela, me contó algo aún más sorprendente. Las niñas de dulce ya no quieren hacer fiesta, ahora se quieren hacer las lolas.
16 agosto, 2007
¿Qué ha ocurrido?
Es que hay que trabajar para comprar la papita, darle de comer a la niña, pagar el arriendito, que no corten el agua ni la luz, que le subieron al transmilenio, que hay que escapar de la ciudad los fines de semana.
Cómo se va pasando el tiempo. Y trabajando como que el reloj se me conecta a la red neuronal y estresado va respirando más rápido, pobrecito (el reloj).
Le ruego a Dios que no se me olvide que existe.
Le pido a la vida que me muestre lo larga que es.
Le imploro al mundo que siga girando.
Y mientras tanto,
Viviendo en lugares distintos para llegar al mismo lugar del que partimos, odiando a los perros para terminar durmiendo con uno, queriendo guardar el dinero para acabar olvidándolo, tratando de respirar profundo para chuparse el smog camino al trabajo, meditando para quedarse dormido, levantándose temprano para llegar tarde al trabajo, quedándose tarde en la oficina para tener un instante de amor, aprendiendo otro idioma para enseñarle a hablar al corazón.
Que divertido es vivir y vivir, observar como nuestra vida cambia y se transforma, muchas veces para llegar al mismo lugar del que partimos, pero habiendo avanzado en ese camino que somos felices recorriendo.
04 julio, 2007
Cocuy



Cocuy y Guicán son dos poblaciones vecinas que se disputan la propiedad del nevado del Cocuy, es por ello que algunos incluso lo llaman nevado de Guicán, el asunto es que después de estar allí, ese paisaje sólo le podría pertenecer a Dios.

De Cocuy viajamos a Guicán y allí comenzamos el ascenso en van más o menos 30 minutos más. Si uno no va en van puede montarse en cualquiera de los camiones lecheros que recorren la región cargados de cantinas, abuelos y niños.
El primer día lo usamos para hacer un corto recorrido de 3 horas para adaptarnos a la altura, el campamento estaba a 3.900 metros pero al día siguiente llegaríamos a los 5.300. El paisaje es muy diferente a lo que he visto antes, los frailejones altos y bajos cubren casi toda la zona y una planta que desde niño conozco como orejas de conejo le hace compañía.
El frío en el campamento no era nada del otro mundo, nos dieron bolsas de dormir especiales para el clima y nos fuimos a dormir muy temprano luego de cocinar una sopa de pasta en pequeñas estufas de gas.
Al día siguiente partimos a las siete de la mañana. El día estaba perfecto. En el refugio nos esperaban dos baquianos, que así le dicen a los señores que llevan los caballos, ellos arrearían 4 animales para el grupo de 9 personas que subíamos a la montaña.
Desde el campamento se alcanza a divisar el árido recorrido del ascenso por una grieta que nos abre el paso a la montaña, es una subida de 45 grados llena de rocas sueltas y riachuelos de los que puedes beber cada vez que se te antoje. La cuesta la coronamos luego de cuatro horas de caminar para llegar a un sitio llamado Playitas, hasta allí llegarían los caballos.
Playitas es la base en la que nuestro ánimo crece, el glaciar está a la vista y a pesar de verse muy cerca aún falta una hora para llegar a él. La idea de estar con los pies entre la nieve y el paisaje que alimenta el corazón hace que las piernas no recuerden el ejercicio que han pasado ni el que viene y comenzamos a subir de nuevo.
El ascenso se hace sobre inmensas lajas de roca que antes estuvieron cubiertas de nieve, antes, cuando no se hablaba del calentamiento global o el pico y placa.
En ciertas partes de la roca se comienzan a ver acumulaciones de nieve, son los primeros bocados que reciben los ojos antes de la deliciosa experiencia que devorarán más adelante. Los riachuelos que antes corrían falda abajo han pasado a ser charcos con la superficie petrificada por el frío, si no recogiste agua antes, ahora es muy tarde.
Llegué con Fernando, el guía, al borde de la nieve y se lamentó por encontrarla mucho más arriba de lo que estaba cuando la visitó en enero, esto de que la nieve dejará de existir es muy en serio. Me olvidé un poco del tema y salté a esa masa blanca que todo lo cubre y que enceguece, que superficialmente no sabe a nada, pero en el interior sabe a victoria, que cuando la tomas en tus manos tiene la textura de esa masa que llaman oasis en las floristerías, a esa textura suave y algodonada que te recuerda que el cielo si se puede vivir en la tierra.
Poco a poco fueron llegando los otros y comenzamos el ascenso desde los 5.100 metros con seis de las nueve personas que comenzamos. El oxígeno se agota y cada paso cuesta el doble, los pies se hunden entre la nieve y cada vez que me siento agotado tomo un trozo del suelo y me lo meto a la boca, me siento como Hansel y Gretel cuando encontraron la casa de chocolate. Algunas personas bajan quejándose por no poder ascender más y otras porque ya vieron lo que querían ver. Yo sigo empeñado en que tengo que alcanzar la cima. Alrededor el paisaje es de lagos azules a la izquierda, enormes paredes de glaciar a la derecha, grietas rodeadas de témpanos, un aire que te alimenta.
Subimos durante una hora o tal vez un poco más y llegamos a los 5.300 metros, 30 metros antes de alcanzar la altura máxima de la montaña de 5.330 metros. El Ritacuba Negro se descubre al frente y nos muestra su cara oscura e imponente, una pared con cabello blanco y un espíritu infinito, a la derecha la cima del Ritacuba Blanco, la cima que no alcanzaríamos esta vez.
El clima cambió y nos dio tiempo para las fotos de rigor, comer mas nieve, disfrutar de la compañía de los dos reyes del Cocuy y volver a bajar. Tal vez sea porque sentí que ya había alcanzado la meta o porque la bajada es mas dura que la subida, el caso es que decidí montarme en un caballo cuando llegué Playitas y regresar sentado en un animal al campamento.
Cuando recorrí lugares hermosos de Suramérica siempre guardé la esperanza de regresar a mi país para vivir experiencias similares, debo decir que el turismo de aventura aquí, se lleva por delante a cualquiera de los países donde lo practiqué, que definitivamente cada paisaje y cada lugar es diferente, que vale la pena correr el riesgo de vivir ésta experiencia, el Cocuy no está lleno de guerrilla como muchos piensan, el Cocuy está lleno de aire puro, y no por mucho tiempo, de nieve.








Dos videos en:
http://www.youtube.com/watch?v=9mKVjFgHavU
y en:
30 mayo, 2007
¿Será que esta Satanás en el corazón de los medios?
Había leído el libro de Mario Mendoza sobre el que se basa la película y estaba curioso por conocer como habían llevado a la imagen, un texto que aunque pobre en los diálogos, es bastante entretenido y recoge uno de los tantos oscuros capítulos de la violencia en Colombia, la masacre del restaurante Pozzeto.
Antes de comenzar la película Paula Jaramillo, la promotora de la película, nos advirtió que podía ser un poco fuerte y que la comisión reguladora de cine la había clasificado para mayores de 18 años, decisión que ellos (los productores) apelaron, logrando bajar la clasificación a mayores de 15.
La película terminó y yo estaba pegado a mi asiento, sin siquiera haber notado que no estaba respirando. Y como preguntaron nuestra opinión de la película y todos los demás asistentes permanecieron pasmados, aproveché para preguntarles, qué los hizo cambiarle la clasificación a esa película, y si eran conscientes de que un niño no estaba preparado para ver lo que vi.
Parecía que hubiese cometido un gran pecado, uno a uno empezaron a dar sus sosas explicaciones que iban desde la trillada: debemos mostrar la realidad del país, hasta: el libro Satanás es un libro de culto en los colegios.
Escuché explicaciones cientos, y mientras el tiempo transcurría, se iban aumentando mis ganas de llorar, porque aún no entiendo en qué beneficia a un niño de quince años ver, de la forma más cruda, la violación de una mujer en una mesa de taller, o como una mujer que ha matado a sus tres hijos para librarlos del hambre, se acurruca desnuda para orinar y mientras tanto lee la Biblia para luego arrancar una página con la que se limpia su vagina y luego mete el papel húmedo en su boca. Que alguien me explique el bien que le trae a un niño de quince ver a un sacerdote pateando un pordiosero, ver a un hombre dándole un tiro en la cabeza a su madre.
Y se que es arte, y que tal vez sea una de las películas colombianas mejor logradas de los últimos tiempos, se que la película ya ha comenzado a ganar premios y que será un éxito de taquilla, se también que hay más de uno que duerme tranquilo cada noche pensando que la labor del arte es plasmar emociones y creatividad, y la labor de los medios es informar y mostrar la realidad, pero nadie se pregunta que tan responsable es de lo que está pasando afuera.
Al terminar la reunión me di cuenta que prevaleció la razón de gente muy poco razonable, mucho menos responsable. Prevaleció la intención por recaudar mucho dinero a costa de la curiosidad de los niños, personitas que pasarán días tratando de asimilar lo que una película muy bien hecha les mostró. Preguntándose si es verdad que éste mundo está tan podrido, y yo los entiendo, porque luego de ver la clase de gente que controla los medios de comunicación del país pienso igual, éste mundo si que está podrido.
04 mayo, 2007
Una de las consecuencias de la mezcla de culturas
Haz clic en el link para ver el video:
http://www.youtube.com/watch?v=FboYf5d3wf4