27 diciembre, 2007

Baba, el bien y el mal.


Primero caminó flotando con túnica naranja sobre mi y con sus pies hizo presión sobre mi pecho en el lado opuesto al corazón, luego se acercó y me dejó llevar mis dedos al interior de su tupido cabello con una ternura indescriptible, después desperté intentando encontrarle un significado a lo que Sai Baba acababa de hacer.
Las personas que saben del tema afirman que cuando el Avatar se aparece en sueños es realmente El quien hace presencia para comunicar algo. En medio de la confusión y la alegría volví a caer en un sueño, esta vez más lúcido, y pude preguntarle directamente qué quería decirme.
Al lado derecho de mi pantalla mental apareció alguien con un cartel: “Deja de buscar por qué la gente hace el mal, y busca por qué la gente hace el bien”.

Era la respuesta a varios días y tal vez meses en los que con espanto leí en periódicos y revistas acerca de los crímenes paramilitares en Colombia. Pasaba ratos pensando en qué podría haber en la cabeza de esas personas que llevaban a cabo asesinatos llenos de sevicia, qué podía mover a un individuo a querer lastimar a otro infligiendo tanto dolor. Mientras trataba de llegar al fondo del asunto, que ha ocupado a sociólogos, psicólogos, políticos (de los buenos), y a muchos de nosotros los ciudadanos del común, noté que en mi había crecido un miedo espantoso y una curiosidad que necesitaba ser alimentada, el balance al fin y al cabo no era bueno, no había logrado entender la maldad, no había avanzado nada.

Esta mañana Baba viajó desde la india y entre dormido y despierto me reveló una verdad que me llegó al corazón y que quise compartir con las personas que al igual que yo, han entrado en las mismas discusiones sin sentido: “Deja de buscar por qué la gente hace el mal, y busca por qué la gente hace el bien”.

Tal vez no haya nada que pueda explicar la maldad, de pronto ni siquiera existe y por eso no hay nada que la pueda introducir al mundo racional.
Cómo dice Sai Baba, es más fácil encontrar por qué la gente hace el bien.Saber por qué las personas que trabajan conmigo me quieren y yo los quiero, por qué a mi mamá le gusta prepararme el desayuno, por qué la señora que limpia la casa no toma nada que no le pertenezca, por qué la mujer del semáforo prefiere vender que pedir, por qué alguien decide liberar un secuestrado y otro prestarse de mediador, ¿Qué va a hacer que un día salgamos de este círculo vicioso de crímenes para convertirnos en una nueva patria, en un nuevo mundo que respete a cada ser humano sin distinciones de raza, credo o pensamiento?