30 mayo, 2007

¿Será que esta Satanás en el corazón de los medios?

Ayer fui a Caracol TV para asistir a la presentación de la película Satanás. Era mi deber asistir pues debía ver la cinta para planear una interactividad en televisión.
Había leído el libro de Mario Mendoza sobre el que se basa la película y estaba curioso por conocer como habían llevado a la imagen, un texto que aunque pobre en los diálogos, es bastante entretenido y recoge uno de los tantos oscuros capítulos de la violencia en Colombia, la masacre del restaurante Pozzeto.
Antes de comenzar la película Paula Jaramillo, la promotora de la película, nos advirtió que podía ser un poco fuerte y que la comisión reguladora de cine la había clasificado para mayores de 18 años, decisión que ellos (los productores) apelaron, logrando bajar la clasificación a mayores de 15.

La película terminó y yo estaba pegado a mi asiento, sin siquiera haber notado que no estaba respirando. Y como preguntaron nuestra opinión de la película y todos los demás asistentes permanecieron pasmados, aproveché para preguntarles, qué los hizo cambiarle la clasificación a esa película, y si eran conscientes de que un niño no estaba preparado para ver lo que vi.
Parecía que hubiese cometido un gran pecado, uno a uno empezaron a dar sus sosas explicaciones que iban desde la trillada: debemos mostrar la realidad del país, hasta: el libro Satanás es un libro de culto en los colegios.

Escuché explicaciones cientos, y mientras el tiempo transcurría, se iban aumentando mis ganas de llorar, porque aún no entiendo en qué beneficia a un niño de quince años ver, de la forma más cruda, la violación de una mujer en una mesa de taller, o como una mujer que ha matado a sus tres hijos para librarlos del hambre, se acurruca desnuda para orinar y mientras tanto lee la Biblia para luego arrancar una página con la que se limpia su vagina y luego mete el papel húmedo en su boca. Que alguien me explique el bien que le trae a un niño de quince ver a un sacerdote pateando un pordiosero, ver a un hombre dándole un tiro en la cabeza a su madre.

Y se que es arte, y que tal vez sea una de las películas colombianas mejor logradas de los últimos tiempos, se que la película ya ha comenzado a ganar premios y que será un éxito de taquilla, se también que hay más de uno que duerme tranquilo cada noche pensando que la labor del arte es plasmar emociones y creatividad, y la labor de los medios es informar y mostrar la realidad, pero nadie se pregunta que tan responsable es de lo que está pasando afuera.

Al terminar la reunión me di cuenta que prevaleció la razón de gente muy poco razonable, mucho menos responsable. Prevaleció la intención por recaudar mucho dinero a costa de la curiosidad de los niños, personitas que pasarán días tratando de asimilar lo que una película muy bien hecha les mostró. Preguntándose si es verdad que éste mundo está tan podrido, y yo los entiendo, porque luego de ver la clase de gente que controla los medios de comunicación del país pienso igual, éste mundo si que está podrido.