04 agosto, 2006

Información Importante

Ahora que estoy de nuevo haciendo negocios y untándome de dinero, aprovecho para contarles un poco de lo barato que puede ser viajar por Suramérica.

Quiero colocar un ejemplo de los precios que se pagan comúnmente en bienes que consumimos a diario:

Hotel: En éste momento estamos alojados en un hotel que se llama Niucanche. Es un hotel grande, limpio y seguro. Una habitación sencilla sin baño cuesta 4 dólares. Con baño vale 7 dólares. El baño es prescindible. Según Koji, es mejor pagar un poco mas a la hora de comer y ahorrar en una “comodidad” como lo es el baño en la habitación.

Transporte: Un pasaje entre Quito y Guayaquil, que es un viaje de mas o menos 7 horas, vale 10 dólares en un bus muy cómodo con aire acondicionado, pero se pueden tomar también buses que valen entre 6 y 7 dólares.
Un pasaje en bus urbano vale 25 centavos.

Comidas: Se pueden conseguir muy buenos desayunos y almuerzos por 1.50 dólares. A la hora de la “merienda” como le dicen aquí a la cena, con frecuencia acompaño a Koji a una Chifa (Restaurante de comida china) y allí puedo comer un buen plato de tallarines y camarones por 2 dólares.

Con estos datos podría decirse que diariamente uno puede gastarse alrededor de 10 dólares en manutención y a eso habría que agregarle el transporte y los pequeños placeres que nunca pueden faltar como por ejemplo tomarse un yogourth gourmet con pandeyucas, helados marca Pingüino, jugos naturales de fruta o un paquete de gomitas.

Si uno programa unas vacaciones de 30 días por Ecuador estaríamos hablando de 300 dólares, es decir unos $$690.000 pesos colombianos para manutención. En transporte necesitaría máximo 150 dólares, es decir $345.000 pesos colombianos. Y digamos que para los pequeños placeres y tours necesite unos 200 dólares, es decir alrededor de $460.000. Todo esto suma un total de 650 dólares que es lo mismo que $1.495.000 pesos colombianos.

No se muy bien, pero creo que eso vale un viaje para 2 personas 4 noches y 5 días en San Andrés.

San Andrés es muy bonito pero creo que no se podría comparar con 30 días en Ecuador… ahí les dejo el dato. Apenas pueda les prometo que publico las fotos.

Un abrazo bien fuerte.

Después de las ballenas...

Después de haber visto las ballenas en Puerto López visitamos la reserva natural Machalilla, un lindo parque lleno de pájaros de muchos colores, ardillas, iguanas y una que otra vaca. Allí fuimos con Koji y nos bañamos en aguas de azufre, nos cubrimos de barro y comimos galletas. Al día siguiente con gran pesar abandonamos éste pueblo abundante en espíritu y gente amable.

Nos fuimos a terminar la ruta del sol a una ciudad que se llama Manta. Sólo pasamos la noche en ese lugar y salimos al día siguiente. En realidad era una ciudad muy grande y luego de salir de un pequeño pueblo con tan buena energía como Puerto López, llegas a la urbe y sientes que los edificios y las calles te atropellan.

La mañana que abrí mis ojos en Manta Koji había salido temprano y alguien golpeó muy fuerte en mi puerta como si quisieran tumbarla. Yo me asusté porque sabía que mi amigo no llamaría así, entonces hice como en el chiste del niño que engrosa la voz y pregunta “¿quen toca a peta?”, y pregunté muy fuerte – ¿Quien es? – varias veces, hasta que respondieron - ¡Policía de Inmigración! – Y entonces tuve tiempo de sacarme un poco el susto mientras también buscaba mi pasaporte y abrí la puerta temblando… sólo se trataba de una registro de control, pero me alcancé a preocupar un poco.

Luego de Manta fuimos a otra pequeña ciudad un poco más acogedora que se llama Bahía de Caráquez. Esta ciudad ya no hace parte de la Ruta del Sol pero quisimos ir hasta allí porque las imágenes de los folletos de turismo se veían muy atractivas.
Cuando llegamos al Terminal tomamos un taxi-bicicleta que nos llevó con mucho esfuerzo por la orilla de un malecón medio destruido que hacía las veces de frontera para dividir una gran masa de agua dulce y salada con color a barro, de 2 pedazos de tierra uno en frente del otro. Esa era Bahía de Caráquez, un sitio que promete más en fotos.

Llegamos a un hotel que nos recomendaron en el Terminal y desde afuera se veía que era una casa muy vieja y pobre. Delegué en Koji la responsabilidad de subir a conocer la habitación y cuando bajó me dijo – 2 dólares la noche y sería una buena experiencia -. Crucé la puerta y entendí por qué mi amigo decía que era una buena experiencia. Después de que te alojas en un lugar como ese, puedes quedarte en cualquier otro lugar y te parecerá un palacio. Acepté el reto y pasamos allí 3 noches seguidas librando una batalla a muerte con los mosquitos, usando el baño a ciegas y riendo un poco de lo sencilla que puede ser la vida.

No se muy bien por qué decidimos quedarnos tantos días en esa ciudad. Tal vez porque encontramos otra escuela de la Fundación de Sai Baba, o porque estábamos seguros de que sería el último destino antes de regresar a Guayaquil. El caso es que pasamos allí 4 días y logramos entretenernos viajando en la “Gabarra” (una especie de ferri que usan para pasar de un lado al otro), leyendo y comiendo en un restaurante colombiano, jugando fútbol con otros niños en la playa, y olvidando un poco en una ciudad que parece olvidada.

El día que partí, debo confesar que deseaba llegar a Guayaquil, creo que mi amigo Henry Toquica tenía razón… se aprende a querer ésta ciudad. Extrañaba sus calles atestadas en el día y fantasmales en las noches. Extrañaba éste sentimentalismo que se te mete en los huesos y te hace temblar y escribir blogs como éste.

Volví a Guayaquil porque aquí me encontraría con mi papá y porque trabajaríamos en una feria de comic japonés por 5 días, donde venderíamos el inventario de saldo luego de la feria del libro. Llevamos 3 días y creo que lo lograremos sin mucho esfuerzo.

Y mientras escribo en un café Internet de la calle 9 de Octubre, es muy chistoso, porque tengo al lado una niña de 4 años que se está entreteniendo mientras hala la incipiente barba que me ha comenzado a salir luego de 20 días de no afeitarme. Creo que al igual que yo, ella también piensa que son de mentiras esos pelos que me han salido en la cara.

No se por qué no puedo subir las fotos... se las quedo debiendo...

01 agosto, 2006

Gracias a los que leen éste espacio...

Hoy llegué a Guayaquil y ya hay nuevas historias que contar... pero antes de eso quiero darle las gracias a todas las personas que me han seguido leyendo y escribiendo al blog...

Estando lejos para mi no hay nada que se compare con sentarme en una sala de Internet de cualquier lugar y saber que a alguien me ha dejado algún mensaje.

Ya extraño algunas cosas y algunas personas, pero debo confesar que aún no quiero regresar.

Los quiero mucho.

Desde Guayaquil, la ciudad que no me suelta... me despido y les mando un fuerte abrazo.